domingo, 6 de octubre de 2013

Observamos situaciones didácticas




            Alumnas de primer año del Profesorado de Educación Primaria, de la cátedra de Didáctica General hicieron su primera aproximación a las situaciones didácticas de las que tanto hablamos en las aulas como parte de su formación académica.
            Ellas fueron Carolina González y Verónica Giménez.
            Al llegar  a la escuela estaban plenas de entusiasmo, de curiosidad y ávidas de encontrar en el ejercicio efectivo de la docencia, las temáticas teóricas puestas en acto en el ámbito  didáctico por excelencia: el aula.
            Al finalizar sus observaciones manifestaron haber podido vivenciar las relaciones entre las teorías y las prácticas educativas.
            Carolina lo expresó de esta manera:

            “Hoy, 5 de septiembre estuvimos observando una clase de primer año  en la Escuela Nº 14 en Barrio Kennedy de Berazategui. Este día el grupo está compuesto por veintiún alumnos.
            Al llegar a la escuela la Profesora Lerner nos presentó a la Señorita  Miriam, la docente a cargo de ese grupo. Ella nos presentó y luego nos sentamos. La maestra continuó con la clase que ya había comenzado. Estaba enseñando rimas. Les daba dos palabras como: “color, mejor” y entre todos armaban oraciones como: “mi lápiz de color es el mejor”.
            Algunos chicos estaban dibujando, algunos hablando y otros leyendo lo del pizarrón en voz alta o tenían el cuaderno en la mano y perseguían a la Seño para que  viera lo que habían escrito.
Estaban sentados en grupo; es un salón alegre y con muchos colores.
A pesar de ser un grupo de número reducido de alumnos, si analizamos que todos aprenden a diferentes tiempos, es grande. Les cuesta concentrarse. La Seño varias veces les llamó la atención de muy buena manera.
Después llegó el recreo. Primero los chicos fueron al comedor a merendar (tomaron algo calentito con una porción de bizcochuelo) y luego fueron al patio a jugar.
Cuando volvimos al salón, los chicos estaban muy inquietos. La Seño contó hasta tres y cada uno se fue a sentar a su sillita.
La Señorita Miriam nos contó de los progresos de sus chicos y nos mostró sus cuadernitos en especial de Esteban, quien no asistió al jardín. Cuando empezó la escuela no reconocía su nombre al verlo escrito, pero ahora ya lo escribe, lo hace sobre los renglones, aprovecha el espacio de la hoja y realiza todos los deberes.

¿Qué me pasó?
La señorita Miriam fue muy amable, nos propuso observar los cuadernos, nos integró al grupo y pude notar el amor que tiene hacia su profesión.
Por lo que pude observar es una docente constructiva porque maneja o mejor dicho deja cierta libertad a los chicos para que ellos puedan expresarse como les salga. Se enfoca en las carencias de los chicos para trabajar en el sentido de superarlas y ayudarlos como lo hizo con Esteban.
Para algunos la actividad fue un poco más fácil que para otros, pero todos trabajaron.
Fue mi primera experiencia, lo único que diré es que fue hermosa y nunca me la voy a olvidar.”