Alumnas de primer
año del Profesorado de Educación Primaria, de la cátedra de Didáctica General
hicieron su primera aproximación a las situaciones didácticas de las que tanto
hablamos en las aulas como parte de su formación académica.
Ellas
fueron Carolina González y Verónica Giménez.
Al
llegar a la escuela estaban plenas de
entusiasmo, de curiosidad y ávidas de encontrar en el ejercicio efectivo de la
docencia, las temáticas teóricas puestas en acto en el ámbito didáctico por excelencia: el aula.
Al
finalizar sus observaciones manifestaron haber podido vivenciar las relaciones
entre las teorías y las prácticas educativas.
Carolina
lo expresó de esta manera:
“Hoy,
5 de septiembre estuvimos observando una clase de primer año en la Escuela Nº 14 en Barrio Kennedy de Berazategui.
Este día el grupo está compuesto por veintiún alumnos.
Al
llegar a la escuela la Profesora Lerner
nos presentó a la Señorita Miriam, la docente a cargo
de ese grupo. Ella nos presentó y luego nos sentamos. La maestra continuó con
la clase que ya había comenzado. Estaba enseñando rimas. Les daba dos palabras
como: “color, mejor” y entre todos armaban oraciones como: “mi lápiz de color
es el mejor”.
Algunos
chicos estaban dibujando, algunos hablando y otros leyendo lo del pizarrón en
voz alta o tenían el cuaderno en la mano y perseguían a la Seño para que viera lo que habían escrito.
Estaban
sentados en grupo; es un salón alegre y con muchos colores.
A pesar de ser
un grupo de número reducido de alumnos, si analizamos que todos aprenden a
diferentes tiempos, es grande. Les cuesta concentrarse. La Seño varias veces les llamó
la atención de muy buena manera.
Después llegó
el recreo. Primero los chicos fueron al comedor a merendar (tomaron algo
calentito con una porción de bizcochuelo) y luego fueron al patio a jugar.
Cuando
volvimos al salón, los chicos estaban muy inquietos. La Seño contó hasta tres y cada
uno se fue a sentar a su sillita.
La Señorita Miriam nos contó de
los progresos de sus chicos y nos mostró sus cuadernitos en especial de
Esteban, quien no asistió al jardín. Cuando empezó la escuela no reconocía su
nombre al verlo escrito, pero ahora ya lo escribe, lo hace sobre los renglones,
aprovecha el espacio de la hoja y realiza todos los deberes.
¿Qué me pasó?
La señorita
Miriam fue muy amable, nos propuso observar los cuadernos, nos integró al grupo
y pude notar el amor que tiene hacia su profesión.
Por lo que
pude observar es una docente constructiva porque maneja o mejor dicho deja
cierta libertad a los chicos para que ellos puedan expresarse como les salga.
Se enfoca en las carencias de los chicos para trabajar en el sentido de
superarlas y ayudarlos como lo hizo con Esteban.
Para algunos
la actividad fue un poco más fácil que para otros, pero todos trabajaron.
Fue mi primera
experiencia, lo único que diré es que fue hermosa y nunca me la voy a olvidar.”