jueves, 7 de noviembre de 2013

Seguimos observando situaciones didácticas



María Cassetta y Eliana Moreno tuvieron la oportunidad de observar situaciones didácticas  en una escuela primaria. María nos cuenta:

            “El jueves 3 de octubre visité  la Escuela Nº 14 de la ciudad de Berazategui, observé la clase de la Señorita Miriam de 1º grado “B” del turno tarde junto a Eliana, mi compañera.
          Cuando llegamos a la escuela, acompañadas por nuestra profesora Susana Lerner, nos recibió la maestra e ingresamos al aula.
            Los niños estaban abordando el tema “materiales sólidos y líquidos”.
       En el pizarrón la Seño había escrito una lista de cada tipo de material según lo previamente  experimentado y conversado con los alumnos.
            La maestra nos contó que antes de nuestra llegada habían realizado unos experimentos con respecto a las diferencias de los materiales sólidos y líquidos.
            La seño escribió en el pizarrón una lista de materiales que los chicos iban mencionando y los fueron clasificando según fueran líquidos o sólidos. Luego la copiaron en sus cuadernos.
Los niños estaban muy entusiasmados  y participativos en la realización de la tarea pero algunos necesitaban ayuda.
En el grupo hay niños que tienen diferentes saberes como “puntos de apoyo” y por eso les cuesta responder a las consignas dadas por la maestra. Éstos son los que necesitan ayuda.
Al tocar el timbre los chicos fueron al recreo y luego a tomar la merienda.
En todo momento pudimos ver que los chicos quieren mucho a su seño.
Comprendimos la importancia de la escuela por la función social que cumple y lo necesario que es el lazo afectivo entre docentes y alumnos.
Al volver al aula cambiaron de tema. La seño escribió en el pizarrón un problema de Matemática para resolver sumando:

Si tengo $20, ¿cuántos de los siguientes productos puedo comprar?
Aceite $12
Gaseosa $ 8
Té $7
Galletita $5
Yerba $ 6
Los niños tenían que responder a la consigna viendo cuántas posibilidades tenían para comprar esos productos con $20.
Copiaron en sus cuadernos el problema y empezaron a trabajar en clase. Algunos realizaron la actividad sin problemas y a otros les costaba más.
Observé que los niños tenían diferentes conocimientos previos, por lo que la seño tenía que implementar diferentes estrategias de enseñanza para que todos logren alcanzar el objetivo propuesto. Ellos hacen diferentes procesos de aprendizaje que dependen de sus  estructuras mentales.
Al finalizar la case la mayoría de los niños habían respondido a la consigna.

La seño organiza actividades secuenciales, según pude ver en su carpeta didáctica, que orientan la enseñanza para su grupo de alumnos y aseguran los logros en sus aprendizajes. Estas secuencias didácticas implican un tiempo y un proceso según el alumno.
            Cuando mi compañera y yo nos íbamos a retirar, los niños con mucho afecto nos preguntaron cuándo volveríamos a visitarlos. Fue una experiencia maravillosa y agradezco mucho haberla vivido."

¿Y qué dice la profesora? 
           Destaco la excelente disposición de las alumnas de 1º año del Profesorado de Enseñanza Primaria, al concurrir a una escuela del nivel destino, siendo que no es una instancia obligatoria y mucho menos evaluable a efectos promocionables. 
         Esta fue un expereincia breve y basada en la buena voluntad de quienes participamos y aceptamos dedicarle nuestros tiempos personales, pero demuestra una vez más, lo valioso de plantear actividades que permitan la  relación entre la teoría y la práctica  en el mismo y simultáneo transcurrir de los procesos de enseñanza y aprendizaje. El establecimiento posterior de tales relaciones queda librado a posibles, (o no) iniciativas personales que suelen quedar en el aislamiento.
         ¿Cuántas veces un maestro en jercicio se pone a reflexionar sobre sus expereincias diarias en la escuela y las clases teóricas de Didáctica en las que participó siendo estudiante?
          ¿Cuántas veces a la hora de elegir qué leer, los maestros y profesores optan por un texto didáctico? No me refiero a la búsqueda bibliográfica por necesidades laborales, sino a las elecciones propias, personales. 
          Como siempre cuando se comineza a escribir sobre una cuestión surgen otras tantas. Entonces me pregunto: ¿qué leen los maestros y los profesores en ejercicio de la profesión?
La respuesta puede ser inquietante, por eso considero que deberíamos garantizar un alto nivel de lecturas didácticas durante el trayecto formativo de los docentes y propiciar sus relaciones con las prácticas educativas.