El Espiritualismo en la Argentina
Del Positivismo al
Espiritualismo:
Vamos a iniciar nuestras reflexiones
sobre el Espiritualismo en la
Argentina, recordando lo expresado por Juan Mantovani
respecto del Positivismo:
“En nuestro país tuvo una honda
influencia aproximadamente desde 1880 hasta 1920, y fue sostenido teóricamente
por grandes pedagogos y maestros y en la práctica por una conciencia general
pedagógica que daba predominio en la enseñanza a los contenidos y métodos de las ciencias positivas y exactas.”
[1]
En el mismo texto recién citado,
Mantovani expresa que “con el positivismo dominó la educación científica y
quedó desalojada la educación filosófica y religiosa.”
Preocupa este “desalojo” de la educación
filosófica por cuanto la consideramos ser fundamento de todo pensamiento y de
toda acción educativa sistemática y de las relaciones dialécticas entre ambos
(acción y pensamiento). En cuanto a lo religioso, si bien se lo reconoce como
un componente significativo de la cultura y como tal influyente en las acciones educativas, se lo
puede ubicar como prácticas sociales no específicamente escolarizadas.
Del mismo modo es preocupante el
desalojo de las expresiones artísticas,
canales por donde circula la creatividad humana.
Si buscamos el fundamente de todas
las corrientes pedagógicas y didácticas, lo encontraremos en los diversos
sistemas filosóficos. Siguiendo esta senda encontraremos que a partir de la
primera década del Siglo XX, en concordancia con nuevas corrientes del
pensamiento filosófico europeo, comenzó en Argentina un período de fuertes
críticas al positivismo y al cientificismo, que fundadas en el idealismo se
concentraron en el movimiento antipositivista, en las corrientes pedagógicas
espiritualistas, con centro en la
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos
Aires y en la Facultas
de Humanidades y Ciencias de la
Educación de la Universidad Nacional
de La Plata.
Sus principales impulsores fueron
José Razzano, Saúl Taborda, Juan Terán, Enesto Nelson, Juan Mantovani, Juan E.
Cassani, Juan P. Ramos, Juan José Arévalo, Hugo Calzetti, desde los claustros
universitarios.
En cuanto a la enseñanza como acción
concreta, especialmente en la escuela primaria, comenzaron a difundirse las
ideas de la “Escuela Activa” también denominada “Escuela Nueva” o “Escolanovismo”.
En principio las innovaciones consistieron en introducir el trabajo manual y
realizar algunas modificaciones en el mobiliario escolar, pero luego se
reconoció la necesidad de capacitar a los docentes para la implementación de
estas nuevas líneas de actividad educativa, lo cual llevó a la realización de
experiencias que hicieron posible la introducción de las ideas ecolanovistas,
especialmente en la educación primaria. Se reemplazó el programa Bavio,
implementado en 1911, por otro denominado “Programas de Asuntos”, esto fue en 1936
y significó una verdadera renovación en el nivel primario, mediante los cuales
se trató de implementar una didáctica basada en las actividades y experiencias
de los alumnos.
En esta renovación se destacaron el
mismo José Razzano, su esposa Clotilde Guillén de Razzano, José Forgione, Luis
Borruat y José Más entre otros.
Adriana Puiggrós al tratar el tema
del Espiritualismo en nuestro país, lo relaciona con las primeras manifestaciones
del movimiento de la Escuela Nueva y con el surgimiento
del sindicalismo docente. Respecto de éste último dice:
“Nacida del corazón del mutualismo y
luego vinculada al anarquismo y especialmente al socialismo la actividad
sindical docente fue creciendo en las primeras décadas”.[2]
Nos recuerda Puiggrós, en el libro
citado, que en 1912 Julio Barcos y Leonilda Barrancos lideraron “probablemente” dice, la primera huelga de la
historia de la docencia argentina. Para 1913 (Presidencia de Roque Saénz Peña,
conservador autonomista) fueron exonerados junto con un grupo de educadores que firmaron un documento pidiendo el
relevo de los miembros del Consejo Nacional de Educación. En 1917 estalló en
Mendoza una huelga de maestros considerada el primer movimiento de fuerza nacional
que fue acompañado por el conjunto de la clase obrera, liderado por Florencia
Fossati.
Vamos a volver a citar textualmente
a Puiggrós:
“Su dirigente fue la pedagoga
Florencia Fossati. Ésta y Barrancos fueron dos luchadoras de la causa de la
mujer e introductoras de las ideas de María Montesori, Decroly y otros
pedagogos escolanovistas”[3]
Es relevante la referencias a la
obra de Puiggrós, porque recupera las influencias escolanovistas sobre el
sistema educativo argentino y porque trae al presente los orígenes de las
luchas docentes, sobre todo teniendo en cuenta que este artículo está destinado
a mis jóvenes estudiantes de carreras docentes. Me orienta la intención de que
las chicas y los chicos interesados en dedicarse a enseñar, se formen
haciéndose cargo de nuestra herencia de lucha, del compromiso social que
significa ser docente y de la importancia de tomar la posta.
El Espiritualismo:
El
Espiritualismo rompe con la tendencia positivista de querer reducir lo real a
lo físico y la filosofía a una ciencia natural, despreciando los ideales
morales y los valores trascendentales.
Para el Espiritualismo el
acercamiento a la realidad trae consigo el problema de los valores, en la
búsqueda de la fundamentación filosófica de la cultura, de la historia, de la
ética y de la antropología, dando lugar a un traspaso de la filosofía del ser a
la filosofía del valer, dando lugar al aumento del interés por las entonces
Ciencias del Espíritu, a las que hoy llamamos Ciencias Sociales.
La filosofía espiritualista reconoce
al hombre como espíritu finito, a diferencia de un dios al que concibe como
espíritu absoluto. El hombre es en esencia espíritu en cuanto agente y
actividad intencionalmente causante de la realidad.
El Espiritualismo reemplaza el
mecanicismo de la actividad humana propio del Positivismo, por el finalismo en
el que inscribe la existencia, admitiéndolo como principio ordenador del
mundo.
En cuanto a la educación tendremos
en cuenta:
- que la Escuela Nueva surge en Europa
siguiendo los lineamientos del movimiento idealista. La posterior versión
norteamericana del Escolanovismo, se inspira en el pragmatismo utilitario y ambientalista de
James, Pearce y Dewey.
-cuando los antipositivistas en
nuestro país concentran la problemática pedagógica en éste movimiento
idealista, lo hacen en concordancia con
sus dos vertientes: el idealismo alemán y el idealismo italiano, en los cuales
se fundamenta la Escuela Nueva.
-como ya hemos dicho, bajo
influencias positivistas predominaba la enseñanza de los contenidos y de los
métodos de las ciencias positivas y exactas. Bajo las influencias del
Espiritualismo predominaba la transmisión de fines y valores. Lo dicho no
excluye la preocupación de los educadores positivistas sobre que sus alumnos logren los fines propuestos y por
transmitirles valores, como tampoco
excluye la preocupación de los espiritualistas por la enseñanza de los contenidos propios de
planes y programas de enseñanza. Hablamos de orientaciones predominantes.
Los tiempos de la Pedagogía argentina:
Hemos situado la predominancia del Positivismo
entre 1880 y 1920 y a partir de allí la del Espirutualismo, no obstante
debemos entender que estas son fechas
aproximadas.
La
influencia del Espiritualismo en la Pedagogía argentina fue fuerte y duradera. Abarcó
un amplio período de tiempo, aunque con variaciones en su sustento filosófico e
ideológico.
Hemos
referido una reforma en la educación primaria hacia 1936. Con la primera década
de gobierno peronista (1946- 1955) continuó la predominancia espiritualista
aunque con características particulares.
El
peronismo se enfrentó a los liberales y a la izquierda, permitiendo el avance
del nacionalismo católico, con el que en su etapa final, también terminó
enfrentado.
Desde
la fundamentación filosófica de sus líneas de acción pedagógica, dio
continuidad al Espiritualismo que sustentó al movimiento de la Escuela Nueva europea.
Las
relaciones del peronismo con la docencia y con la intelectualidad en general,
fueron tensas. Por un lado una elite de corte oligárquico junto a una clase
media que buscaba ascender con rasgos de minoría culta y por otro lado los sectores populares con una
cultura popular de carácter nacional. Este conflicto se hizo notorio en las
instituciones educativas, donde la matrícula creció en los tres niveles
(primario, secundario y universitario), lo que significó el acceso a la cultura
escolarizada de amplios sectores de bajos recursos.
Veamos
cómo lo expresa Puiggrós: “Cuando el peronismo llegó al poder, toda la gente
que había votado a la Unión Democrática
temió por la educación, aunque por motivos diversos. La oligarquía y la clase
media alta tenían miedo de que los “cabecitas negras” invadieran las limpias
aulas de las escuelas, como habían temblado ante los inmigrantes y los anarquistas
a principios de siglo.”[4]
No
obstante las tensiones mencionadas, según esta misma autora en el mismo libro,
afirma que algunos normalistas formados en las ideas de la Escuela Nueva coincidieron con
la postura antirracionalista y antipositivista del peronismo. Entre ellos Juan
Emilio Cassani y Hugo Calzetti, a quienes la misma Puiggrós llama “los
pedagogos del régimen”.
Cassani,
escolanovista de inspiración espiritualista entendía a la educación como un
acto de conjunción entre las almas del educando y del educador. Rechazaba el
Escolanovismo de J. Dewey, basado en el Pragmatismo.
Calzetti,
principal colaborador de Cassani fue un espiritualista católico y por ende
antipositivista, pero no comulgaba exactamente con los principios de libertad y
creatividad de la Escuela Nueva;
antes bien proponía un perfil de educador moralizador e instaurador del
orden.
La
primera década peronista fue para la historia de la educación argentina tan
controversial como interesante y rica en facetas, pero lo dicho aquí sólo
guarda la intención de ejemplificar la persistencia del Espiritualismo en la
educación de nuestro país, que hacia 1960 aproximadamente comienza a recibir la
influencia del eficientismo, de base pragmática.
Muchas gracias por compartir! Queria compartir con vos mi página web (en construccion) básicamente basada en la espiritualidad con distintos enfoques y temas renombrados: http://gonzaloeperez.weebly.com/
ResponderEliminarExcelente material
ResponderEliminarVisión de rol docente del maestro según Andrea alliaud explicando su relación con el positivismo y el espiritismo
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